La creación de la vida

Encuentro con el escarabajo solar

A tenor de los últimos detalles que se conocen de su vida, Holberins, padre fundador de la ciudad de Veel-Tark, comenzó a darle a principios de la segunda década del siglo XX cierta relevancia a la figura de Khepri, deidad egipcia que, bajo la forma de un escarabajo pelotero empujando el disco solar, representa la creación y el renacimiento, la constante transformación de la existencia. La importancia que para Holberins cobró esta figura puede relacionarse con una recurrente necesidad de reinventarse, considerando que su fascinación por Khepri coincidió con el cénit de una vida de cambios y búsquedas de una verdad espiritual a través de la ciencia: de la mecánica cuántica y de la matemática del caos, impulsado por científicos como Planck o Poincaré.

También fue coincidente con el incendio del edificio Bildung (Nochevieja de 1921), sede del Centro de Investigación Científica Sigma y referente cultural mundial, del cual solo se salvó una escultura alegórica que representaba las fuerzas espirituales que mueven el mundo. Las amenazas que precedieron a este suceso volvieron a apuntar, para Holberins, hacia la necesidad de reconstruir su proyecto a través de la transformación.

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