Reptilianos

Hace muchas Edades, en un mundo distante del Akasha, existía una raza de reptilianos con un gran desarrollo tecnológico y científico. Sin embargo, la arrogancia y la avaricia llevaron a una guerra civil que devastó su mundo y acabó con la mayoría de su población. Los supervivientes huyeron en naves espaciales y, tras años de vagar por el espacio, llegaron a la ciudad de Veel-Tark.

Los reptilianos se establecieron en las zonas más cálidas y húmedas del lugar, donde podían sentirse más cómodos y desarrollar sus habilidades físicas. A pesar de su apariencia intimidante, se mostraron pacíficos y trabajadores, y pronto fueron aceptados por la población original de la urbe.

Con el tiempo, los reptilianos se integraron en la sociedad de Veel-Tark y comenzaron a aportar sus conocimientos tecnológicos y científicos, convirtiéndose en una de las razas más importantes de la ciudad. Aunque algunos prejuicios aún persisten, la mayoría de los ciudadanos de Veel-Tark valoran a los reptilianos por su dedicación al trabajo y su habilidad para resolver problemas complejos. Sin embargo, muchos de ellos mantienen un gran secreto: sus cuerpos reptilianos contienen una gran cantidad de energía que les permite acceder a una dimensión desconocida, a la que pueden viajar mediante un proceso complejo y peligroso que solo ellos conocen.